Qué es el Glaucoma: Causas, síntomas, ¿tiene cura?

El glaucoma es una de esas enfermedades de la vista a la que todos tenemos miedo pero casi nadie sabe exactamente de qué se trata. En realidad, al nombrarlo no estamos hablando de una sola patología sino de un ramillete de condiciones, todas las cuales tienen en común la afectación del nervio óptico, ubicado en la parte posterior de cada ojo. Comienza silenciosamente, casi sin síntomas, pero a la larga puede causar pérdida de visión. Por fortuna, hoy día hay métodos de detección temprana que son de gran ayuda, así como tratamientos efectivos que van desde medicación hasta soluciones quirúrgicas. Veamos en este artículo qué es el glaucoma y conozcamos cómo protegernos de su amenaza.

Qué es el glaucoma y cuáles son sus tipos

Veamos en detalle qué es el glaucoma. Se trata de un término que abarca un grupo de enfermedades oculares crónicas caracterizadas por dañar el nervio óptico, responsable de transmitir señales visuales desde la retina hasta el cerebro, lo que nos permite percibir y comprender el mundo que nos rodea.

Se manifiesta en varias formas, pero los dos tipos principales son el glaucoma de ángulo abierto y el glaucoma de ángulo cerrado.

• Glaucoma de ángulo abierto: Este es el tipo más común y se caracteriza por un drenaje insuficiente del humor acuoso. A menudo, se desarrolla de manera lenta, lo que hace que los síntomas sean difíciles de detectar al principio.
• Glaucoma de ángulo cerrado: En este tipo de glaucoma, el ángulo de drenaje del ojo se bloquea repentinamente, lo que resulta en un aumento rápido de la presión intraocular. Los síntomas suelen ser más notorios en este caso y pueden incluir dolor ocular intenso, visión borrosa y náuseas.

Además de estos tipos principales, existen otras formas menos comunes, como el glaucoma de ángulo estrecho, el glaucoma congénito y el glaucoma secundario, que se desarrollan como resultado de otras condiciones o factores como lesiones oculares, inflamación o el uso de ciertos medicamentos.

Glaucoma: causas y factores de riesgo

El glaucoma es una enfermedad ocular compleja y multifacética que puede afectar a cualquier persona, pero ciertos factores de riesgo pueden aumentar la probabilidad de su desarrollo. Comprender los diferentes tipos de glaucoma y sus causas es esencial para la detección temprana y el tratamiento adecuado. 

Las causas exactas del glaucoma aún se investigan, pero varios factores pueden aumentar la prevalencia de esta condición. Algunos de los factores de riesgo más comunes incluyen:

• Presión intraocular elevada: Este es el factor de riesgo más destacado. El ojo contiene un líquido transparente llamado humor acuoso, cuya producción y drenaje equilibrado ayudan a mantener una presión adecuada en el ojo. Cuando este equilibrio se ve alterado y la presión intraocular aumenta, puede dañar gradualmente el nervio óptico.
• Edad: A medida que envejecemos, aumenta la probabilidad de que la enfermedad se desarrolle.
• Antecedentes familiares: Si tienes familiares cercanos que han sido diagnosticados con glaucoma, es más probable que estés en riesgo. 
• Origen étnico: Algunos grupos étnicos, como los afroamericanos e hispanos, tienen un mayor riesgo de desarrollar ciertos tipos de glaucoma, como el glaucoma de ángulo abierto primario.
• Lesiones oculares previas: Lesiones oculares traumáticas o cirugías en los ojos pueden aumentar el riesgo de glaucoma.
• Condiciones médicas subyacentes: Ciertas condiciones médicas como la diabetes y la hipertensión, pueden aumentar el riesgo de glaucoma.

Glaucoma: síntomas y diagnóstico

Como ya dijimos, el glaucoma puede desarrollarse sigilosamente sin mostrar síntomas notables en sus etapas iniciales. Sin embargo, a medida que progresa, puede manifestar signos ante los cuales no debemos hacer esperar la vista al consultorio oftalmológico.

Síntomas comunes del glaucoma:

• Visión periférica reducida: En las etapas iniciales esto puede pasar desapercibido, ya que el cerebro compensa la pérdida de visión al llenar los espacios ciegos con información de la visión central.
• Halos alrededor de las luces: Algunas personas con glaucoma pueden notar halos alrededor de las luces, especialmente por la noche. Esto puede ser causado por la dispersión de la luz debido a un aumento en la presión ocular.
• Visión borrosa: Puede ser un síntoma del glaucoma, particularmente en las etapas avanzadas de la enfermedad.
• Dolor ocular: En casos de glaucoma agudo de ángulo cerrado, puede experimentarse dolor ocular intenso, acompañado de náuseas y vómitos. Esta forma de glaucoma requiere atención médica inmediata.
• Enrojecimiento de los ojos: El glaucoma puede a veces causar enrojecimiento ocular, aunque este síntoma es más común en otros trastornos oculares.

Cómo se diagnostica el glaucoma

Dado que el glaucoma a menudo avanza sin síntomas notables en sus etapas tempranas, es crucial someterse a exámenes oculares regulares, especialmente si se tienen factores de riesgo. Aquí están algunas de las pruebas y procedimientos que los oftalmólogos utilizan para diagnosticar el glaucoma:

• Tonometría: Esta prueba mide la presión intraocular. Un aumento en la presión ocular puede ser un indicador temprano del glaucoma.
• Examen de la papila óptica: El oftalmólogo examina el nervio óptico para detectar signos de daño. Esto se hace a menudo mediante un oftalmoscopio.
• Gonioscopia: Esta prueba evalúa el ángulo de drenaje del ojo y ayuda a determinar si se trata de un glaucoma de ángulo abierto o cerrado.
• Prueba de campo visual: Esta prueba evalúa la visión periférica y puede identificar pérdidas de campo visual que son comunes en el glaucoma.
• Paquimetría: Mide el grosor de la córnea, ya que la córnea delgada puede aumentar el riesgo de glaucoma.
• Dilatación de las pupilas: A menudo, se dilatarán las pupilas para examinar la retina con mayor detalle.

Tratamiento del glaucoma

Una vez que se ha diagnosticado el glaucoma, el tratamiento se convierte en una parte esencial para frenar su progresión y preservar la visión. Veamos las opciones más comunes:

• Gotas oculares: Las gotas oftálmicas son una forma común de tratar el glaucoma. Estas gotas suelen administrarse una o varias veces al día y funcionan reduciendo la producción de humor acuoso o aumentando su drenaje. Existen diferentes tipos de gotas, como beta bloqueantes, agonistas alfa, inhibidores de la anhidrasa carbónica y prostaglandinas, cada uno con su mecanismo de acción único.
• Cirugía láser: El tratamiento con láser se utiliza para abrir canales de drenaje en el ojo, mejorando así el flujo de humor acuoso. La trabeculoplastia con láser y la iridotomía con láser son procedimientos comunes en este sentido. La cirugía láser a menudo se considera como una opción cuando las gotas oculares no son efectivas o causan efectos secundarios.
• Cirugía tradicional: En casos más avanzados o resistentes al tratamiento, puede ser necesario recurrir a la cirugía tradicional. El procedimiento más común es la trabeculectomía, que crea una nueva vía de drenaje para el humor acuoso.

Manejo de la presión ocular

El control efectivo de la presión intraocular es una parte fundamental del tratamiento del glaucoma. Los oftalmólogos trabajarán en estrecha colaboración con los pacientes para establecer un régimen que mantenga la presión ocular dentro de un rango seguro.

El monitoreo regular es esencial para ajustar el tratamiento según sea necesario. Los pacientes pueden aprender a medir su presión intraocular en casa con un tonómetro de ojo, pero también se requerirán visitas oftalmológicas regulares para evaluaciones más completas.

Prevención y consejos para pacientes

Si bien no existe una forma segura de prevenir completamente el glaucoma, algunas medidas pueden ayudar a reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad o retrasar su progresión:

• Revisiones oculares regulares: La detección temprana es clave, especialmente si tienes factores de riesgo como antecedentes familiares o edad avanzada.
• Estilo de vida saludable: Dieta equilibrada, ejercicio regular y control de la presión arterial. La hipertensión y la mala circulación sanguínea pueden aumentar el riesgo de glaucoma.
• Protección ocular: Usa gafas de sol que bloqueen los rayos UV y utiliza protección ocular adecuada en entornos de trabajo peligrosos para los ojos.

¿Vives con glaucoma? Algunos consejos de estilo de vida

Para las personas que ya han sido diagnosticadas con glaucoma, es fundamental seguir un enfoque integral para el manejo de la enfermedad:

• Medicación: Si tu oftalmólogo te ha recetado gotas oculares u otros medicamentos para controlar la presión intraocular, sigue las instrucciones al pie de la letra. Estas indicaciones son esenciales para prevenir daños adicionales al nervio óptico.
• Cambios en el estilo de vida: Evita el consumo excesivo de cafeína, que puede aumentar la presión ocular en algunas personas. Además, no fumes, ya que el tabaquismo puede aumentar el riesgo de glaucoma.
• Ejercicio moderado: El ejercicio regular puede ayudar a mantener la presión arterial bajo control y mejorar la circulación sanguínea, lo que beneficia a la salud ocular.
• Control del estrés: El estrés puede aumentar la presión intraocular en algunas personas. Practicar técnicas de relajación como la meditación o el yoga puede ser beneficioso.

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